martes, 29 de noviembre de 2011

Los planes de ajuste profundizan la crisis mundial

La medicina es peor que la enfermedad. Es así porque “el ajuste” que aplican los gobiernos hace caer más el consumo, y esto es el causante de la crisis. O sea que se agrava el problema. Quien sufre estas políticas es el Pueblo.
Grecia es un ejemplo: recibió miles de millones de euros, a condición de que deje de subsidiar el consumo y de reducir los gastos del Estado. Subió la edad jubilatoria, bajó los salarios, despidió a cientos de miles de empleados públicos, pero al final tuvo que salir a pedir más plata, ya que la producción y las ventas habían caído, debido a la falta de consumo. El Estado no podía recaudar impuestos y por lo tanto no podía pagar la deuda externa; y menos la deuda interna. Por eso tantas huelgas generales y movilizaciones populares. Finalmente de lo que se habla es del default, o sea, de dejar de pagar la deuda externa. El Fondo Monetario Internacional se quedó sin receta creíble. Lo que pasa en Grecia es lo que más claramente se ve. Pero se oculta la crisis de países más importantes económicamente, como Italia, España, Francia e Inglaterra y hasta Alemania. Toda Europa está sufriendo la enfermedad terminal de la crisis económica imperialista mundial.
Por su parte, Estados Unidos tiene un déficit fiscal de varios billones de dólares; y también poco a poco está quitando los subsidios, aumentando los precios y la desocupación. Crece el descontento, las movilizaciones populares y los enfrentamientos con la policía. Y ni que hablar de los países árabes. En Egipto hace menos de seis meses que el Pueblo volteó al gobierno. Entonces asumieron los militares. Ahora la movilización es contra los milicos y el régimen va derecho a una caída estrepitosa. Pero no es un problema de un país, sino que los pueblos están en pie de lucha en todas las naciones árabes.
Y al caer el consumo mundial, los países latinoamericanos que como Argentina y Brasil venían exportando productos industriales y agropecuarios, ahora se preparan para una caída de las ventas en un 50 por ciento en promedio. No podía ser de otra manera: las colonias no pueden estar mejor que los imperios.
Por eso el mundo está revolucionado y nadie sabe cómo se sale de esta situación. El MIJD propone a todos los países dominados, pelear por gobiernos de los trabajadores, que no paguen la fraudulenta deuda externa al imperialismo, que expropien a las multinacionales, y que dediquen sus riquezas a abrir fuentes de trabajo, aumentar los sueldos, producir alimentos; en pocas palabras: aumentar el bienestar de la población

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