domingo, 21 de noviembre de 2010

Exportaciones chinas y brasileras: enriqueciendo al Imperialismo

Cuando las riquezas de un Pueblo se las lleva el viento. O mejor dicho, el Imperio

Varias cosas logran los países ricos, invirtiendo en la industria, el comercio y las exportaciones de China, Brasil e India. En primer lugar aprovechar el precio miserable de la mano de obra, que al combinarse con las altas tecnologías, logra un producto tan barato que nadie puede competir con él. En segundo lugar, esos países del 3° mundo que reciben las inversiones extranjeras, deben tener una infraestructura adecuada para esas actividades, tales como rutas, puertos, servicios eléctricos, de gas, combustibles, etc. Y leyes que les garantice llevarse las ganancias.

También los productos exportados aparecen con el MADE IN CHINA o MADE IN BRASIL. De esta manera los pueblos no ven directamente a los yanquis, europeos o japoneses como los responsables directos de las calamidades que sufren como consecuencia de estos buitres. La pelea es contra los chinos, los brasileños o la india y hasta con los chilenos.

La concentración de la producción en todos los países pobres en manos del imperialismo es absoluta. Ya no existe ninguna empresa argentina, brasileña o china. Aparecen como propiedades de esos países, pero en realidad son de capitales extranjeros. ¿Cuál es la gran empresa argentina? Se nos decía hasta hace poco Techint. Por eso, cuando fue expropiada en Venezuela, la Presidenta salió a defender esa empresa. Pero se sabe que en realidad es de capitales italianos, más específicamente, del Vaticano.

Algo parecido se nos decía respecto a La Serenísima. Pero los capitales de esa empresa láctea, son de capitales extranjeros, ya que sus acciones han sido vendidas en el exterior. Y lo mismo sucede con SanCor y otras empresas “argentinas”.

Se nos dice: bueno, pero Brasil tiene sus grandes empresas multinacionales. Cuales? La Brhama. Pero la cervecera que se adueñó de esa marca, como de la Quilmes y otras es de capitales belgas. “Bueno pero tienen Petrobras”. Disculpe lo aguafiestas que somos. Pero la petrolera brasileña rápidamente se está privatizando, a tal punto que el estado brasileño solo tiene el 40 por ciento del capital. O sea, que la mayoría (el 60%) lo tienen los capitales extranjeros. Y los que tienen la mayoría son los que mandan y deciden la política de cualquier empresa. Son los verdaderos dueños. Eso pasa con Petrochina y otras empresas chinas, en Brasil, en Chile y obviamente, en Argentina también.

Ovidio Pepe

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