jueves, 5 de marzo de 2009

La Revolución traicionada . De León Trotky

Es sabido que la rusa fue la primera revolución obrera de la historia moderna. Expropió las grandes fábricas, los grandes campos, se propuso desarrollar el socialismo a nivel internacional en una lucha a muerte contra el imperialismo, sin pacto ni conciliación. Impuso la democracia obrera y el pueblo participaba por medio de asambleas populares llamadas “soviets” en ruso. El Partido revolucionario se llamaba Bolchevique y sus jefes fueron Lenin y en segundo lugar Trotsky.
Pero las revoluciones que la siguieron en Europa se perdieron, la revolución rusa quedó aislada, y para peor, murió su jefe, Nicolás Lenin, y todo se volvió para atrás.
Después de vencer a Trotsky, subió al poder Stalin, y en lugar de la lucha a muerte contra el capitalismo, impuso “la coexistencia pacífica con el imperialismo” , en vez del socialismo internacional impuso “el socialismo en un solo país” y en lugar de la democracia obrera, una dictadura burocrática, eliminó el funcionamiento de los sóviets, persiguió y asesinó millones de obreros y campesinos que se oponían a la nueva política, e impuso el régimen del partido único. (el Partido comunista ruso). Eso sí, siempre hicieron todo tipo de porquerías invocando el nombre de Lenin
Veamos lo que decía Trotsky sobre estos acontecimientos y saquemos enseñanzas para las actuales generaciones de revolucionarios.

“En cierto modo, gobernar es prever. La fracción de Stalin no ha previsto nada… ha reaccionado con reflejos administrativos. Los hechos y los documentos obligarán al historiador a aceptar que la Oposición de Izquierda (trotskista) analizó de una manera infinitamente más justa las evoluciones que se desarrollaron en el País y que previó mucho mejor su curso posterior”
“A primera vista, esta afirmación parece contradictoria por el simple hecho de que la fracción del partido (Bolchevique) menos capaz de prever, alcanzó incesantes victorias, en tanto que el grupo más lúcido fue de derrota en derrota”.
“Pero en el fondo, la lucha política es la de los intereses y de las fuerzas, no la de los argumentos. Las cualidades de los que dirigen no son indiferentes para el resultado de los combates, pero no son el factor único y decisivo. Por lo demás, los campos adversos exigen jefes hechos a su imagen”.
“Si (antes de la revolución) Kerensky, jefe del gobierno, pudo ilegalizar a Lenin y a otros jefes bolcheviques, no se debió a que sus cualidades personales le hubiesen dado la superioridad sobre ellos, sino a que la mayoría de los obreros y los soldados aún seguían en esos días a la clase media. La “superioridad” personal de Kerensky consistía precisamente, en no ver más lejos que la gran mayoría de la clase política”
A su vez, los Bolcheviques no vencieron a las clases medias por la superioridad de sus jefes, sino gracia a un reagrupamiento de las fuerzas, cuando la clase obrera consiguió arrastrar al campesino descontento contra la burguesía”
Por otra parte: “Se sabe que hasta ahora todas las revoluciones han provocado reacciones o contrarrevoluciones posteriores” “Por regla general, los pioneros, los iniciadores, los conductores, que se encontraban a la cabeza de las masas durante el periodo revolucionario, son víctimas de la primera corriente de reacción, mientras que surgen al primer plano hombres de segunda línea, unidos a los antiguos enemigos de la revolución”
“Los duelos dramáticos de los primeros actores en la escena política ocultan la rotura de las relaciones entre las clases y, lo que no es menos importante, profundos cambios en la Psicología de las masas, que fueron revolucionarias en el periodo anterior.


Ovidio Pepe

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