lunes, 11 de enero de 2010

Para qué sirven las reservas

En la antigüedad no había monedas. Lo que existía era el trueque. Pero había un problema: si quisiéramos comprar varias vacas, o unos cuantos cueros para hacer zapatos, había que llevar varios kilos de metales, 100 kilos de lana, decenas de kilos de sal o varias bolsas de trigo. Imaginémonos llevando tantos kilos de bronce en los bolsillos o en una bolsa. Se necesitaba una carreta. Pero unos 600 años antes de Cristo, se produjo un cambio revolucionario: cortaron los metales en pedacitos y según el peso de cada uno, se podía cambias por una sola vaca, un solo cuero, o una oveja. De ahí viene la palabra peso, para nombrar un valor.

Dentro de los metales, más codiciados por la gente era el oro y la plata. Servían para hacer joyas, entre otras cosas. Por eso, al haber tanta demanda, su precio era más alto. Ya no hacía falta ir en un carro para llevar los metales y cambiar (comprar) otras cosas. Esos pedacitos de oro, plata o bronce, alcanzaban para cambiar por muchas cosas.

Un segundo cambio revolucionario se produjo cuando en vez de llevar esos pedazos de metales en los bolsillos, que podía ser robado por el camino, llevaban unos papelitos en los que se anotaban los valores que representaban. Pero el que entregaba esos papelitos debía tener en su casa o en algún lugar un pedazo de oro o plata que lo respalde. Esos papelitos de por sí, no valían nada si detrás no había algún metal o piedra precisa. El que se quedaba con esos papeles, podía ir a buscar el oro, la plata, o la piedra preciosa donde el que le entregaba, lo indicaba.

Seguían siendo engorrosos los negocios. Muchas veces se entregaban los papelitos pero resultaba que cuando el “comerciante” iba a cobrarlo, el metal no estaba. Se armaban muchas peleas. Por eso se hizo cargo el estado de emitir papeles en forma exclusiva. Costumbre que llega hasta nuestros días. Cuando el Estado emite pesos, tiene que tener guardado un respaldo en oro, o plata fuerte, como el dólar o el euro.

Los dólares, euros y demás divisas que en la actualidad están en poder del Estado argentino, o sea, en el Banco Central, que según el Gobierno, llegan a 48.000 millones de dólares, pero que en realidad solo hay 32.000 millones, son el respaldo que tiene el peso. O sea, sería como una garantía. No se puede sacar un crédito si no tenemos una garantía. Puede ser un buen sueldo, una propiedad, etc. Ese es el respaldo al crédito. De la misma manera, Todo papel-moneda como el nuestro, debe tener un respaldo para que tenga algún valor. De lo contrario sería un simple papelito que no serviría para nada.

Es por eso, que no se puede tocar la plata que tiene el Banco Central, porque si se la gasta, el peso tiene menos respaldo y en consecuencia, vale menos. O sea que se devalúa. Y si se devalúa, ya no alcanza para comprar las mismas cosas que veníamos comprando hasta ahora. El “changuito” viene más vacío.
El Banco Central es un ente autárquico, independiente del gobierno. El kirchnerismo no se puede meter allí y llevarse la plata. Ese Banco tiene su propia Carta Orgánica y en el artículo tercero dice: “Es función primaria y fundamental del Banco Central preservar el valor de la moneda”. Quiere decir que el Banco Central debe velar para que el peso no se devalue.

El respaldo al peso significa que si se produce una corrida cambiaria, o sea, si todos los bancos, compañías financieras y particulares deciden cambiar sus pesos por dólares o euros, lo pueden hacer, porque para eso están las divisas que los respaldan. Y no nos pueden salir con que “no hay efectivos”. O con que se nos cambia por bonos del Estado. O sea, por otros papeles emitidos por los Kirchner.

Pero resulta que el kirchnerismo viene gastando las reservas del Estado para pagar la deuda externa desde hace tiempo. Eso es lo que explica la suba de los precios de los alimentos, la ropa, el calzado, los alquileres los electrodomésticos, etc. 6.569 mil millones de dólares van a gastar principios del 2010. Anteriormente habían gastado 10 mil millones de dólares para pagarle al Fondo Monetario Internacional, y además el Banco Central le “presto” al Tesoro Nacional para los gastos del Estado 2.000 millones de dólares. En total suman un total de 18.000 millones de dólares menos de respaldo al peso. Esto es lo que explica la inflación que tenemos y que va a estallar en el 2010.

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