domingo, 19 de julio de 2009

No al chusmerío y las pequeñeces.

Avanzar en la conciencia política

Para avanzar en la conciencia política, se debe querer avanzar. Y para querer avanzar en éste terreno, se debe tener ganas de hacer cosas por los demás. Y la mayor cosa que se puede hacer por los demás es ayudar a los trabajadores y el pueblo a organizarse y pelear por el poder. La tarea de la militancia revolucionaria es lo más grandioso que puede llevar a cabo un trabajador o una persona de nuestro pueblo.

La profesión de los médicos, los ingenieros los cinéticos, son digna del máximo respeto. Pero debido a la pobreza, el hambre y la desnutrición, o a la contaminación ambiental, males que produce el capitalismo, cuando los médicos curan a 10 personas, existen 20 más que se enferman. Porque los médicos no se dedican a la lucha política contra la pobreza. Y entonces su esfuerzo quedan limitados y finalmente los males se multiplican.

Y lo mismo pasa con las demás profesiones. Por eso la “profesión” de militante revolucionario es superior a todas las profesiones. Porque se propone declarar toda la riqueza de un país, como propiedad de todo el pueblo, de manera que desaparezca la pobreza, el hambre, la contaminación ambiental y todos los males que produce el sistema capitalista.

Solo cuando se entiende esto, es que uno deja a un lado las pequeñeces y pone todo su esfuerzo, su energía en la construcción de la organización revolucionaria. El chusmerío, la preocupación suprema de algunos compañeras/os por una bolsita de alimentos o por un subsidio miserable, refleja que ese compañero todavía no ha tomado la conciencia política de poner todo el corazón en la lucha por el Gobierno de los trabajadores, la liberación nacional y el socialismo.

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